
mitad sobaco de torero, mitad vómito de espontáneo en comunión.
Aunque me limpie los dientes con agua residual de las cloacas,
Manuel Manquiña, se lo flipa en exceso de botellón.
Mis pantalones ya no arden como el culo de Bender de Futurama,
cuando con su brillo podía atravesar la cueva de Ella-Laraña,
y eso que tenemos amigos en común en Desguaces La Cabaña,
estoy tan seguro que apostaba por tus padres en Bwin,
